¡Encuentra el préstamo ideal para ti en segundos!

Descubre opciones personalizadas con las mejores condiciones, sin importar tu historial crediticio.

Cantidad seleccionada: $1000



Interés: 0%

ⓘ Nuestros socios ofrecen microcréditos con tasas de interés del 0% para nuevos clientes. Consulta las condiciones detalladas en el sitio web de la oferta seleccionada.

Nuestro servicio analiza en tiempo real una base de prestamistas confiables. Ofrecemos créditos flexibles con plazos de devolución de entre 61 y 90 días, con un CAT mínimo del 0% y un máximo del 36%. Por ejemplo, para un préstamo de $1,000 a devolver en 67 días, los costos serían de $0 y el total a pagar sería $1,000 con un CAT del 0%.

El crédito a la palabra hace referencia a los préstamos basados principalmente en la confianza y el compromiso verbal del solicitante, sin requerir avales, garantías o contratos formales. En México, este concepto ha cobrado notoriedad por algunos programas gubernamentales y también por prácticas comunitarias o familiares en entornos donde el acceso al sistema financiero tradicional es limitado. Sin embargo, un crédito a la palabra conlleva riesgos y responsabilidades tanto para quien presta como para quien recibe el dinero.

¿En qué consiste el crédito a la palabra?

Es un acuerdo entre dos o más partes, en el cual el prestamista confía en la honestidad y solvencia moral del deudor, sin exigir documentos legales o garantías materiales. Puede ser un pacto personal, familiar, comunitario o incluso impulsado por ciertas iniciativas estatales o municipales que promueven la inclusión financiera de microemprendedores.

Ventajas

  • Fácil de obtener: No se revisa Buró de Crédito ni se solicita documentación compleja.
  • Rapidez: La aprobación puede ser casi inmediata, ya que se basa en la confianza mutua.
  • Ahorro en trámites: No hay gastos notariales ni comisiones por avalúos.
  • Oportunidad de inclusión financiera: Personas sin historial crediticio pueden acceder a un préstamo inicial que les ayude a emprender.

Desventajas

  • Riesgo de impago: Sin una garantía real o un contrato, el prestamista queda desprotegido si el deudor no cumple.
  • Escaso monto: Generalmente se ofrecen cantidades reducidas para minimizar pérdidas en caso de incumplimiento.
  • Falta de formalidad: Es susceptible a conflictos, pues no hay documentos que detallen intereses, plazos o penalizaciones.
  • Posible dependencia: Si el deudor no paga a tiempo, puede caer en ciclos de refinanciamiento informal.

Casos donde se aplica el crédito a la palabra

  1. Microemprendimientos rurales: Pequeñas comunidades donde la confianza y la reputación personal tienen un gran valor.
  2. Programas gubernamentales: Proyectos que buscan impulsar el autoempleo o la economía local ofreciendo préstamos con requisitos mínimos.
  3. Entornos familiares o amistosos: Préstamos entre amigos cercanos que confían plenamente en la honestidad del otro.
  4. Cadenas de proveeduría: Algunas veces, proveedores de insumos conceden productos a crédito a clientes de larga relación comercial.

Claves para un uso responsable

  1. Establecer condiciones claras: Aunque sea “a la palabra”, conviene dejar por escrito el monto, la fecha de inicio y el plazo aproximado de pago.
  2. Respetar el plazo: La puntualidad protege la relación y refuerza la confianza.
  3. Transparencia en la comunicación: Si surgen problemas para pagar, lo mejor es avisar con anticipación y negociar un acuerdo.
  4. Limitar el monto: Solicitar solo lo que se necesita y se puede pagar en el plazo acordado.

Ejemplo de “crédito a la palabra” gubernamental

En años recientes, el gobierno mexicano ha impulsado programas de crédito a la palabra dirigidos a pequeños negocios afectados por emergencias económicas o desastres naturales. El objetivo es entregar recursos sin pedir garantías formales, confiando en que los beneficiarios cumplirán sus obligaciones. Sin embargo, el seguimiento y la recuperación de estos montos pueden complicarse si no hay un registro adecuado.

Riesgos para el prestamista

  • Pérdida total o parcial del capital: En caso de impago, la única vía podría ser la mediación o el cobro por la vía moral (reclamos, presión social, etc.).
  • Deterioro de relaciones personales: Si el préstamo se dio entre conocidos y no se respeta la palabra, se pueden generar conflictos.
  • Falta de mecanismos legales: Al no existir documentos firmados, es más difícil emprender acciones judiciales.

Alternativas

  • Contrato privado: Redactar un documento simple donde consten intereses, plazos y condiciones, aunque no se tenga garantía.
  • Microfinancieras: Para quienes necesitan montos pequeños, estas instituciones ofrecen un marco más seguro y regulado, aunque con intereses más altos.
  • Créditos con aval: Si el deudor tiene un familiar o amigo que respalde su deuda, se reduce el riesgo de incumplimiento.
  • Colectas comunitarias: Modelos de tandas o fondos rotatorios, donde la presión del grupo fomenta el pago.

El crédito a la palabra se basa en la confianza y la reputación de quien solicita los recursos. Puede ser un apoyo inmediato y sin trabas burocráticas, sobre todo en zonas rurales o en relaciones personales estrechas. No obstante, la ausencia de formalidad legal aumenta el riesgo de impagos y conflictos. Para minimizarlo, ambas partes deben acordar términos claros, fijar un calendario de pagos y mantener una comunicación abierta en caso de complicaciones. Utilizado con honestidad y compromiso, este tipo de préstamo puede forjar lazos de solidaridad y ofrecer un impulso significativo a quienes requieren capital de forma urgente y no disponen de otras vías de financiamiento.

0% en intereses y comisiones

Aprobación con historial crediticio negativo

Sin requisitos de nómina o comprobantes fiscales

¿Por qué elegirnos?

777

Préstamos procesados hoy

12 minutos

Tiempo promedio de aprobación

87%

Clientes satisfechos que vuelven

96%

Tasa promedio de aprobación